La conquista militar de Hispania se realizó en tres
etapas fundamentales:
Primera etapa: ocupación del litoral
mediterráneo. Del 218 al 170. La ocupación del litoral mediterráneo y los valles
del Guadalquivir y del Ebro. Coincidió con la Segunda Guerra Púnica.
La consolidación y la penetración hacia el valle del
Ebro se hizo ya en el siglo. II a.C. con una marcada intención de explotación
sistemática de las tribus sometidas.
Segunda etapa: la penetración en la
Meseta. Tuvo lugar durante la segunda mitad del s. II a.C.
- Lusitanos,
147-139, en la Meseta Sur.
- Arévacos, 153-133.
- Otras tribus
sometidas fueron las del Jalón y alto Duero.
Tercera etapa: sumisión de la franja
cantábrica. Cien años más tarde, Agripa llevó a cabo la sumisión de los pueblos
de la franja cantábrica. Aunque a los cántabros y astures se les obligó a
trabajar en explotaciones mineras, fueron vendidos como esclavos o se les
obligó a pagar tributos, la romanización en esta zona no se realizó. Por
consiguiente, Roma se vio obligada a mantener campamentos militares de
vigilancia.
LA ECONOMÍA COLONIAL.
Se inicia con la conquista de la Hispania romana y se
extiende hasta la crisis del s. III.
Una economía urbana.
El sistema socioeconómico romano giraba alrededor de
la ciudad como centro de producción, comercio y administración de las zonas
colindantes (territorio).
Las antiguas ciudades de Hispania, ahora colonias
romanas, perdieron su autonomía política y se adaptaron a esta función. Roma
creó otras ciudades que muchas veces nacieron como campamentos militares.
Fuentes básicas de riqueza.
La riqueza de la Hispania romana estaba basada en:
· Una agricultura metódica, cultivos
principales eran los cereales, la vid y el olivo, los dos últimos con gran
prestigio. Los romanos introdujeron el barbecho de tres hojas, el uso de
abonos, arado, trillo de ruedas, palas. Posiblemente iniciaron los regadíos en
las llanuras levantinas.
· La explotación minera. Oro de Asturias, plata
de Sierra Morena, cobre de Río Tinto, plomo de Cartagena y mercurio de Sisapo.
Las minas solían ser arrendadas a compañías de publicani (asociaciones de
capitalistas a las que el estado romano arrendaba una serie de funciones que no
podía cumplir.
· La pequeña industria urbana desarrollada para
la explotación o para el consumo de la ciudad y el campo que la rodeaba.
El comercio
La comercialización se realizó gracias a:
· una extraordinaria red de vías:
- La Vía Augusta (la
costa mediterránea).
- La ruta
Roncesvalles-Astúrica Augusta.
- La Vía de la
plata, de Astúrica a Emérita.
- Las transversales,
Lusitania y Baetica con la costa mediterránea.
· Un abundante tráfico marítimo concentrado en
Tarraco, Cartago Nova y Gadir {Actual Cádiz}.
· La unidad monetaria. Las ciudades hispanas
acuñaron monedas de las mismas características que la romana; desaparecieron
las griegas, cartaginesas o iberas.
El comercio interior a nivel comarcal fue mucho más
importante que el comercio de exportación. Hispania fue conocida tan sólo por
su aceite y por sus metales.
Régimen de propiedad.
Con la conquista, muchas tierras y las minas, pasaron
al Estado romano, aun manteniendo para sí una gran parte de ellas, en general
las arrendó o repartió. El campo pasó a manos de pequeños propietarios. La
industria y el comercio estuvieron en manos de la burguesía urbana que formaba
asociaciones.
Mano de obra.
Los esclavos fueron la principal fuerza motriz de este
sistema. Se obtenían en las guerras de conquista. Hasta fines del s. I las
guerras de expansión romana los proporcionaron en abundancia.
Los esclavos trabajaban duramente en los talleres de
la ciudad, en el campo, en las minas, o en los trabajos domésticos. Bastantes
acabaron obteniendo la libertad. Plantearon dos problemas: su manutención y su
rebeldía.
LA CRISIS DEL SIGLO III
La crisis socioeconómica que sufrió el Imperio romano
a partir del s. III, provocó un cambio de la economía romana, la cual
evolucionó al sistema feudal europeo.
Posibilidades límite del sistema
esclavista.
El esclavo no tiene ningún interés, no hace mejorar
las técnicas de producción; sólo se puede producir más aumentando la cantidad
de mano de obra (esclavos). La pax romana supuso un freno y los honestiores
tampoco deseaban concentrar esclavos en sus fincas y talleres.
Insuficiencia de numerario.
La insuficiencia de numerario fue uno de los problemas
importantes del Imperio. Una grave inflación fue necesaria para volver a formas
comerciales como el trueque. En el s. IV crearon la moneda de oro, y estableció
leyes de precios máximos, pero aún así, fue inútil.
Crisis de la ciudad.
A partir del s. III se dan las primeras invasiones de
francos y germanos que llegaron hasta Gibraltar.
En realidad habían empezado ya las migraciones de los
pueblos germánicos y el comercio se resintió inmediatamente.
El aparato administrativo-militar del Imperio se hizo
cada vez más caro. La administración procuró cobrar los impuestos o creó otros
nuevos. De ello se responsabilizó a los decuriones y a los collegia de
artesanos.
El campo como centro económico.
El latifundio, empezó a convertirse en el núcleo de la
economía. El latifundista prefería colonos, hombres libres, a los que arrendaba,
en régimen de aparcería, parte de sus tierras.
El colono era más valioso por cuanto le preocupaba la
producción de las tierras y el latifundista le ofrecía protección.
La relación campo-ciudad se rompió. El latifundio
procuró, cada vez más, autoabastecerse y no depender de la industria urbana.
La decadencia cultural.
Las formas religioso-culturales, también se
ruralizaron. Las villas de los latifundistas adquirieron mayor esplendor, cesó
la construcción de obras públicas,...
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